Seven Eleven (1)

Cuando Mulholland llegó al lugar de los hechos había ya bastante expectación, incluso para ser de madrugada. Ante la entrada del Seven-Eleven había casi una docena de coches patrulla, una furgoneta de criminalística, una ambulancia y una furgoneta de la morgue. Además de un montón de curiosos agolpándose a lo largo del cordón policial.

El inspector era alto y delgado, aunque de hombros anchos, rubio con ojos de un marrón claro, más cercano al color de la miel. Solía vestir trajes no muy caros, de calidad moderada y zapatos cómodos. La corbata era opcional.

El recientemente ascendido a inspector aparcó cerca y se aproximó sacando la placa para abrirse camino ante el alto de un oficial uniformado. Se conocían de hacía tiempo y se saludaron amistosamente. Ya dentro del cordón, se acercó a la entrada de la tienda, una puerta de cristal entre dos alargados escaparates atiborrados de carteles publicitarios. Echó un último vistazo al entorno exterior: había un viejo automóvil mal aparcado en la esquina más alejada y otro, de gama alta, prácticamente en la puerta. Varios agentes de uniforme tomaban declaración a algunas personas vestidas con ropa de dormir pero cubiertos con abrigos.

<<Vecinos>>

Ya dentro del local, le esperaba Fletcher, el inspector que era su compañero habitual. Fletcher tenía mayor rango y antigüedad.

<<Sólo un par de años. Quizá dentro de dos años yo tendré ese mismo mal humor>>

Su compañero estaba tras el mostrador entrevistando a un hombre de mediana edad con ropa cómoda que sostenía una taza de algo humeante. Parecía nervioso. Sobre el mostrador, había un revólver, un Smith & Weeson del .38, niquelado. Fletcher alzó una mano a modo de saludo y Mulholland siguió con su ronda visual.

Otro cadáver estaba frente al mostrador. Era un varón joven, de raza negra y vestía pantalones holgados, zapatillas deportivas viejas y una chaquetilla de chándal varias tallas más grandes que el muerto, de color morado con franjas blancas a lo largo de los brazos. Junto a la cabeza ladeada había una gorra de visera y también, un pistola semiautomática junto a su mano.

– Hola… -dijo una voz extrañamente aguda. Phillip Mulholland se volvió a su derecha y vio a una mujer joven al lado del mostrador, apoyada en la cristalera del local. Vestía una falda de cuero negro demasiado corta y una camiseta de tirantes demasiado largos. Con el ombligo con un piercing al aire, el inspector pensó que la ratio ropa/carne a la vista era excesivamente baja. Colgaba de su mano un abrigo viejo. Phillip pensó que hubiese sido bonita con menos maquillaje y una sonrisa menos temerosa, pues tenía unos ojos azules grandes y luminosos, boca grande, nariz fina y rostro en forma de corazón. El cabello rubio le caía en bucles sobre los hombros. debía rondar la veintena, al menos diez menos que él.

<<Lleva mucho maquillaje. Y viste demasiado…>> Mulhollan no supo qué pensar. No era hombre de formarse juicios previos pero se le pasó por la cabeza que pudiera ser prostituta.

– Me han dicho que me harían algunas preguntas -continuó con esa voz tan característica -, que no me puedo ir todavía, agente.

– En seguida la atenderemos, señorita…

– Darla. Stewrat. Soy Darla Stwart.

– Inspector Mulholland. Le tomaremos declaración en seguida.

Phillip siguió adentrándose en el local para descubrir el resto de la escena. Otro cuerpo estaba tras la primera estantería de productos y había otro más al fondo de aquel pasillo que, perpendicular al mostrador, conducía hacia la vitrina refrigerada del extremo del establecimiento. El que estaba más cerca parecía otro pandillero de color y el del fondo un hombre de negocios, a tenor de la calidad del abrigo y los zapatos. Obtendría más datos cuando se acercara. Había sendas armas al junto a sendos cuerpos.

Al otro extremo del mostrador había un agente hablando con un hombre mal vestido y de aspecto bastante desaliñado y otro oficial estaba entrevistando a un hombre joven y bien vestido, de pelo rubio bien peinado y elegantes gafas de montura dorada. el joven parecía muy afectado por toda la situación.

<<Quizá viniera con el muerto trajeado. Un compañero o un amigo, quizá>>

justo cuando estaba a punto de elegir por dónde empezar, Fletcher se le acercó. Su compañero era cargado de espaldas, igual de alto que él pero mucho más corpulento, con un pelo castaño mal peinado por la tendencia al rizo de sus mechones. Sus trajes si eran baratos y siempre estaban algo arrugados. Lo que siempre era de excelente calidad en Fletcher era el calzado, siempre el mejor y más cómodo, siempre impecable.

– Dos pandilleros quisieron atracar el local -explicó el inspector -, el del fondo del pasillo saca un arma, los pandilleros se lo cargan y el tendero saca otra arma y los acribilla. El tío está casi en shock.

– ¿Qué dicen los demás? ¿Lo han visto todos?

– Parece que sí. Falta tomarles declaración, pero si quieres, hazlo tu.

– ¿Y los vecinos?

– No han oído nada, el puto tren elevado pasaba cuando empezó todo y hace un ruido de cojones.

– ¿Quién es el muerto del fondo? Parece un tío de pasta. En la puerta hay un cochazo.

– Marcus Longworth, de Cementos Longworth. Un pez bastante gordo. El otro tío es su secretario, «Ayudante Personal» ha dicho. También está afectado, bastante jodido -Fletcher se quedó callado unos segundos, mirando a su nuevo compañero antes de volver a hablar, esa vez con tono cansado -. A decir verdad tengo esto muy visto. Te lo voy a dejar a tí, que estás muy verde. Empieza por donde quieras.

Mulholland esbozó una leve sonrisa, se imaginaba que aquello ocurriría. Parecía un caso sencillo y le serviría para coger buenos hábitos y soltura.

Phillip se volvió a observar el escenario del crimen. Estaba en el epicentro y en la trayectoria de la línea de fuego que abatió a todos los muertos. Con parsimoniosa resignación echó un vistazo a los cuerpos y a los testigos.

<<¿Por dónde empiezo?>>

4 pensamientos en “Seven Eleven (1)

  1. Hola!!!! Yo empezaría por hablar con la prostituta ellas siempre lo ven todo y para que todo nos quede mas claro pondría un mapa de la escena del crimen para que podamos orientarte sobre que sitio investigariamos primero.

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  2. ¡Hola a todos! La chica está nerviosa y parece que quiere contar algo. Por otro lado, el inspector debería visionar la grabación de la cámara de seguridad cuanto antes :p

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